Según los datos de que disponemos, Gonzalo de Berceo nació en La Rioja a finales del s. XII, pero poco sabemos de la vida de este primer poeta conocido del mester de clerecía. De la documentación conservada se infiere que Berceo fue clérigo secular y que mantuvo un estrecho contacto con el Monasterio de San Millán de la Cogolla. Su obra refleja un cierto conocimiento de los procedimientos jurídicos; también debió tener ciertos conocimientos musicales; incorpora fórmulas propias del género épico, como los epítetos referidos a lugares y a personas; posiblemente conoció la lírica cortés de la Provenza. Todas las obras conservadas de este autor son poéticas. Aplicó su talento narrativo y versificador únicamente a temas religiosos: sobre santos, sobre la Virgen, acerca del sacrificio de la misa y el final de los tiempos. Todas ellas compuestas entre los años 1230y 1260, aproximadamente. Lo más significaivo de la obra de la creación literaria de Berceo es que está escrita para el pueblo. Con toda propiedad se le puede llamar POETA POPULAR, porque él divulga una teológía dogmática y moral y la explica, con clara intencionalidad catequista o propagandista.
Los Milagros de Nuestra Señora es su obra más conocida y en la que debió invertir más tiempo, pues además de ser la más larga es la que posee mayor perfección artística. Se trata de una colección de veinticinco relatos en los que
se narran distintos milagros obrados por la Virgen.
La alegoría es la clave
de la introducción del libro, dentro del tópico locus amoenus, en el que la Virgen se presenta como un “prado verde
e bien sencido” (intacto, no cortado ni pisado) en donde el hombre peregrino encuentra albergue y reposo.
Los veinticinco milagros
tienen como finalidad probar el poder intercesor de María. Este poder adquiere
en estos relatos características sorprendentes: María ayuda o favorece a sus fieles, aunque hayan caído en graves faltas. Es defensora y abogada del género humano.
Hemos de tener en cuenta
que, por las características de la época, gran parte de la piedad de los fieles
estaba marcada por una religiosidad del temor en torno a un Cristo justiciero.
De ahí que la figura de su madre como intermediaria fuera tan bien acogida y tuviera tanto
éxito y popularidad por toda Europa.
La ESTRUCTURA NARRATIVA es muy uniforme en todos los relatos. El protagonista de cada uno de los relatos transgrede una norma moral: robo, fornicación, profanaciones, embriaguez..., tan solo salpicadas con algunos detalles que refieren su piedad mariana, es decir, no todo está perdido. El protagonista cree en la Virgen, pero se deja llevar por los malas acciones y por esto mismo necesita la acción salvadora realizada por la María. A partir de aquí, surge la enseñanza moral o moraleja, que no es otra en todos que EL PODER INTERCESOR QUE TIENE LA VIRGEN. Así, cuanto mayor sea la transgresión de la norma moral realizada por el protagonista, mayor será el resplandor de la acción salvadora de María.
En la obra podemos encontrar tres grupos de milagros
En la obra podemos encontrar tres grupos de milagros
Aquellos en los que María premia o castiga a los hombres: “La casulla de San Ildefonso”.
Aquellos los que la Virgen perdona y logra salvar de la condenación a sus devotos:
"El sacristán impúdico".
Aquellos en
los que los personajes sufren una crisis espiritual y María les ayuda a solucionar el conflicto: "La abadesa encinta".
LA POÉTICA DE BERCEO: MÉTRICA Y RECURSOS ESTILÍSTICOS
- El poeta maneja con rigor el cómputo silábico y utiliza la composición que se incorporó a principios del siglo XIII conocida como cuaderna vía: compuesta por cuatro versos de catorce sílabas que riman entre sí con rima consonante y que con mayor o menor perfección se cultivó hasta fines del s. XIV. Es el nuevo "modus versificandi".
- Es un juglar "a lo divino", así que emplea muchos recursos de estos: llamadas para atraer la atención del oyente (Sabed i oid, señores e amigos, amigos e vasallos...). Uso del lenguaje coloquial: uso de refranes y diminutivos. Rasgos humorísticos.
- El autor medieval no oculta sus fuentes de inspiración, antes bien las prodiga y hace gala de ello, esto le da prestigio.
- La descripción es una de las características de su poesía.
- Sus cuadernas son unidades narrativas con sentido completo, esto es, cada verso tiene sentido completo en sí mismo.
- Utiliza metáforas, símiles o comparaciones e imágenes, en las que los términos imaginarios son objetos cotidianos tomados del entorno.
TEXTOS PARA TRABAJAR
EL LADRÓN DEVOTO
http://podcastsdeliteratura.blogspot.com/2012/10/el-ladron-devoto.html
DESCÁRGATELÓ EN MP3 O LLÉVATELO AL MÓVIL.
Introducción
Yo, el maestro
Gonzalo de Berceo llamado,
yendo en romería
acaecí en un prado
verde, y bien
sencido, de flores bien poblado,
lugar apetecible
para el hombre cansado.
Daban olor
soberbio las flores bien olientes,
refrescaban al
par las caras y las mentes;
manaban cada
canto fuentes claras corrientes,
en verano bien
frías, en invierno calientes.
Gran abundancia
había de buenas arboledas,
higueras y
granados, perales, manzanedas,
y muchas otras
frutas de diversas monedas,
pero no las
había ni podridas ni acedas.
La verdura del
prado, el olor de las flores,
las sombras de
los árboles de templados sabores
refrescáronme
todo, y perdí los sudores;
podría vivir el
hombre con aquellos olores.
Nunca encontré
en el mundo lugar tan delicioso,
Ni sombra tan
amena, ni olor tan sabroso;
Me quité algo de
ropa, por yacer más gustoso,
Y a la sombra me
eché de un árbol muy hermoso.
Gonzalo de
Berceo
Milagros de Nuestra Señora, Castalia
Un parto maravilloso
Texto en castellano moderno. perso.wanadoo.es/paulsanzcalvo/documentos/milagros_berceo.pd
Texto en castellano moderno. perso.wanadoo.es/paulsanzcalvo/documentos/milagros_berceo.pd
De otro milagro más os queremos
hablar
que acaeció en otro tiempo en un
puerto de mar:
entenderéis entonces, y la podréis
jurar, l
a virtud de María que obra en todo
lugar.
Entenderéis por él cómo es la
Gloriosa
por el mar y la tierra, por todo
poderosa,
cómo vale aína,
porque no es perezosa,
y nunca encontró nadie madre más
piadosa.
En medio de la isla, por las ondas
cercada,
había una capilla a San Miguel
sagrada:
era celda preciosa, de virtud bien
probada,
pero era no poco arriesgada su entrada.
Cuando quería el mar hacia afuera
salir
salía a fiera prisa, no se sabría
sufrir:
Aunque ligero, nadie le podría
huir;
por no haber salido antes, debía
allí morir.
El día de la fiesta del arcángel
precioso
estaba el mar más quedo, yacía más
espacioso;
oía el pueblo misa, mas no a son
vagaroso,
huían luego a salvo a corso
presuroso
parí este pequeñuelo, loado sea el
Criador:
tuve buena madrina, no podría
mejor;
me hozo misericordia la Madre del
Señor.
En mí hizo gran gracia, no una, y
sí doblada:
si por Ella no fuese hubiera muerto
ahogada,
me valió en el parto, que no fuese
dañada:
ninguna mujer tuvo madrina tan
honrada.
Así fue mi aventura, tal como yo os
lo digo;
usó Santa María su gran piedad
conmigo.
Así, todos debemos tomar de aquí
castigo
y rogarle nos libre del mortal
enemigo».
Tuvieron del milagro todos gran
alegría,
rindieron a Dios gracias y a la
Virgen María,
hicieron un buen cántico toda la
cofradía:
podríalo en la iglesia cantar la clerecía.
Fragmento original de
LA CASULLA DE SAN ILDEFONSO
(Cuaderna vía)
[...]
Mando a sus ministros la casulla traer
por entrar a la missa, a confession fazer,
mas non li fo sofrido nin ovo el poder,
ca lo que Dios non quiere nunqua puede seer.
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